miércoles, 5 de octubre de 2011

Tacos al pastor… alemán


¿Es usted un apasionado de los llegues por adelante, de los arrimones por detrás, de los brinquitos laterales y de los jalones en los linderos y las linduras del área, y que conste que no estoy hablando de esos lugares en donde el tubo es venerado y a veces venereado, en donde la frase ‘mesa que más aplauda’ es la más expresada por los caballeros y por los no tan caballeros, entre las siete de la noche y las siete de la mañana en esos tugurios tan frecuentados por maridos insatisfechos y en constante brama?
¿Sí?
Pues le tengo malas noticias; no estoy hablando de la ‘tubomanía’. No señores, les estoy hablando nada más y  nada menos, que del futbol practicado en el país del descontinuado vocho: Alemania.
En dicho deporte, al igual que sucede en México, vemos tacos al por mayor, pero no tacos de moronga, sino tacos de futbol a ras de pasto, y eso sí, cerveza a pasto, y si su contrato con algún sistema de televisión por cable o por satélite contempla partidos sabatinos o dominicales de futbol de aquél país, lo mejor que puede usted hacer es aprenderse algunas frases en el idioma de Schiller, es decir, en alemán, para al menos tratar de entender algunos comentarios expresados por los cronistas arios.
Mire usted, si por azares del destino se encuentra usted en alguna cantina un sabadito, o un dominguito, o un día entre semana viendo algún partido de la liga alemana, y junto a su mesa hay otra repleta de teutones, usted exclame, poco antes de terminada la primera mitad del encuentro:
¡Ay ya no frieguen!, que en alemán quiere decir ‘dejen de hacer tontería y media’; de esta forma los que compartan su opinión futbolística y su visión estratégica le invitarán una cerveza, segurito, amén de ofrecerle su amistad.
Ya para comenzar el segundo tiempo, y si los alemanes siguen en la cantina, ahora diga: ‘¡Ya desenvainan!’, que en alemán significa ‘estos están sacando su fierros, como queriendo pelear’ es decir, que el equipo que va abajo en el marcador trae intenciones de empatar, remontar y hasta golear al equipo rival, por lo que sus amigos berlineses se quedarán con la boca abierta al constatar los vastos conocimientos que en materia de ofensivas teutonas y ataques relámpago (blitzkrieg) usted demuestra tener.
Y ya de salida, dígales: ‘¡Reflujen!’, que en alemán significa ‘ya dejen salir ese eructo de una buena vez, para que no le den el tufo a su mujer y que ésta se entere que estuvieron bebiendo chelas en la cantina con los amigotes’, entonces, en agradecimiento, los arios hasta la cuenta le andan invitando a usted.
He aquí las frases alemanas más comunes:

Móchate con una chela: tráeme una Lagger ¡ya!
No hagan tonterías/no molesten: no frieguen
Coloquen la torre junto al rey: enroquen
Tienen pena: se afligen
Ya váyanse de aquí: ahuequen
No dejen que su lancha se vaya a la deriva: no naufraguen
Siéntese a comer: ya traguen
Póngale su suetercito a la nievecita: abríguenla
Nivelen el terreno: angulen
Dénse la mano: estrechen
Tiren al suelo: derriben
Que no los venza la estupidez: no se azonzen
Dejen que otro haga el trabajo: deleguen
Quéjense con sus superiores: rezonguen
Échenle ganas: no aflojen
Ya no recuerden eso: olvídense
Ya hagan caso: ya pelen
Respeten las cosas ajenas: no se las claven
Permitan que él y ella se enamoren: dejen que se flechen
Hagan que la lancha avance: ya remen
¿Qué pasó con el melón, la sandía y la papaya?: ¿Y mi fruta?
No cuenten historias de terror: no espanten
En este lugar te insultan: aquí ofenden
Es tu turno: Vashtung
Pidan dinero en la calle: mendiguen
Dejen de saltar en el sofá: ya no brinquen
Pónganle pescado al coctel: cevichen
Piensen puras incoherencias: divaguen
Ese trabaja para el Instituto Federal Electoral: es del IFE
Zacatones: se arrugan
Tiren a gol: Ya chuten
Violan la ley: delinquen
Cárcel: bote
Te dejan tu carro como espejito: te lo pulen
Una buena cantidad: un buen bonche
Díganle a Fernando que guarde silencio: Kayenaffer
¡Ya llegó el gas!: demeuntanke


                              
Tacos al pastor… alemán

Un rápido repaso,
muy a la mexicana,
del idioma teutón.

Ignacio E. Jaime Priego
Junio 2004

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